Cuantas veces te preguntaron: ¿tú que quieres ser cuando grande? En mi caso, siempre respondía muy nervioso y con pena: ¡quiero ser astronauta! -¿astronauta dices? ¿Estás loco? ¿Consumes drogas o algo?- eran algunas de las grandes “contribuciones” que recibía por parte de amigos, familiares y maestros. La idea de ser astronauta les parecía algo de otro mundo, un mundo en el que solo los genios, los científicos, y los héroes podían vivir. Pero eso ha cambiado, bueno, por lo menos un poco, pues para viajar al espacio, en el año 2009 no necesitaras ser genio, científico ni héroe, pero si tener en tu bolsillo US$ 200.000 dólares.
LOS CINCO MINUTOS MÁS EXTRAORDINARIOS DE TU VIDA
Imagina que te encuentras en el aeropuerto espacial de la empresa privada Virgin Galactic, situado en medio del desierto de Nuevo México. Imagina que estas vestido con un traje espacial de ultima generación, te encuentras sentado en el interior de la extraña, pequeña y cómoda nave SpaceShipTwo. De un momento a otro el capitán de la nave dice: abróchense los cinturones, vamos a despegar. La tensión sube, tú has esperado este día por mucho tiempo, para ti y para los otros cinco pasajeros este es un sueño casi hecho realidad, pues aun no has llegado al espacio.
La nave comienza a recorrer lentamente la pista de despegue, unos cuantos segundos después, puedes observar como el interior de esta se levanta, todos gritan de emoción, tú no lo puedes creer. Minutos después, te das cuenta que están a gran altura, muy por encima de las nubes, ya no se ve el suelo. Imprevistamente sientes como tú nave se desprende de la nave mayor que los llevo hasta allí, la pequeña SpaceShipTwo cae en caída libre algunos cortos segundos (todo queda en silencio)… ¡Boom! Sientes como el propulsor de la nave en la que vas, se enciende a tus espaldas estrepitosamente, todos incluyéndote a ti gritan, es como estar de cabeza en la montaña rusa mas extrema del mundo. Minutos después, miras a través de las múltiples ventanas como el cielo se oscurece, luego esta completamente teñido de negro: bienvenido ¡estas en el espacio!
Los cinturones se desabrochan, tu y los demás turistas salen flotando de sus asientos, un silencio invade el interior de la nave espacial, todos están incrédulos, tú no lo puedes creer, por fin estas allí. Son cinco los minutos que tienes para contemplar aquel mundo, te das cuenta que es finito, que desde allí arriba no se ven las fronteras nacionales, la raza, religión, nacionalidad, posición social o violencia. Es solo ella, un oasis de vida en medio del desierto cósmico, es aquel globo azul, es tu hogar, donde están los que amas, es la Tierra.
Pasan los cinco, pero eternos minutos, retomas tu asiento y aun después de eso no lo puedes creer. La nave retoma el camino a casa en caída libre y todo vuelve a ser como antes. Llegas al aeropuerto de Virgin Galactic sano y salvo, de inmediato te diriges a la taquilla, y pagas otros 200.000 dólares pata volver a vivir esa experiencia tan fascinante.
VIRGIN GALACTIC
Definitivamente ya es una realidad el turismo espacial, y el progenitor de este gran sueño hecho realidad, es el multimillonario empresario británico Richard Branson, quien asegura que la industria de aerolíneas espaciales ha llegado para quedarse. Entre los diferentes comentarios que ha hecho Branson, está, el que por lo menos en el 2009 despegaran tres aeronaves diarias con seis pasajeros y dos pilotos desde el complejo en Nuevo México.
Solo falta esperar que el tiempo haga su trabajo, pues estoy seguro que apenas faltan algunos años para que los hoteles espaciales que orbitarán la Tierra sean una realidad junto con los viajes turísticos a los hoteles lunares y los futuros viajes al planeta Marte. Ya estoy ahorrando para ir a alguno de ellos.
Si quieres más información acerca de Virgin Galactic o quieres comprar un boleto, visita la pagina oficial: www.virgingalactic.com
ALGUNAS IMAGENES DE MEGA PROYECTO ESPACIAL VIRGIN GALACTIC
En medio de la noche, los Estados Unidos celebraban el que seria el logro más importante de su historia: se convertirían en la primera nación en lanzar hacia el oscuro y extremo espacio exterior, el primer satélite artificial hecho por el hombre. En medio de la gran velada, desde el presidente, hasta los miembros más importantes del ejército, y sin duda, los científicos, celebraban con emoción, pero a la vez esperaban con ansias la mañana siguiente, en la que se realizaría el lanzamiento de aquel artefacto espacial, que sin duda daría la gloria a los Estados Unidos, mostrando su superioridad militar, no solo en el mundo, si no ahora también, en el espacio…pero cuando nadie menos lo esperaba, un hombre entro corriendo por la puerta principal, agitado e incrédulo por lo que su boca expresaría gritó: ¡los soviéticos han lanzado el Sputnik I!
Fue al otro lado de nuestro globo azul, en medio de la fría mañana del cuatro de obtubre de 1957, la Unión Soviética, dio a conocer el que seria el logro que partiría en dos la historia del siglo XX, y sin duda, cambiaria para siempre el rumbo de la humanidad. “El camarada viajero” mas conocido como Sputnik, había sido lanzado con un total y rotundo éxito, hacia la orbita de nuestro planeta Tierra, aquel primer satélite en forma de balón, no mas grande que una pelota de baloncesto, permitió que la Unión Soviética, probara el jugoso sabor del triunfo, y hasta el momento, la soberanía del espacio. A la mañana siguiente, los Estados Unidos, intento lanzar su satélite, el exploto ante las miradas atónitas de millones de espectadores, y se desplomo junto con el sueño americano de conquistar las estrellas. Esta fue la campanada que terminaría con el último raund, dándole la victoria a una Rusia conquistadora, bueno, por lo menos, hasta que los norteamericanos pisaran por primera vez la superficie de la Luna en 1969. Pero no todo el mundo celebraba a ritmo de polka, pues el Sputnik, “héroe rojo” se había convertido en la más grande pesadilla de los occidentales, que en medio de las noches despejadas, observaban como este satélite, prueba de la superioridad soviética, surcaba los cielos americanos como flecha ardiendo en llamas, pues a tal altura, el Sputnik I, solo se veía como un pequeño punto luminoso en la inmensa negrura del cosmos, viajando a miles de quilómetros por hora. Los occidentales, temían que los rusos aprovecharan esta tecnología para lanzar misiles desde el cielo, y comenzar así, una guerra nuclear sin escalas.
En medio de la noche, astrónomos aficionados, observan el paso del Sputnik I por el cielo.
Gracias a Dios la guerra fría no se “calentó”, y aquellos cohetes, diseñados con intensiones maquiavélicas, capaces de transportar dentro de si, cargas mortales, ahora se utilizaban con fines científicos, y eran cargados con satélites cada vez mas sofisticados, la era espacial había llegado para quedarse, para en un futuro muy cercano, comenzar a transmitir las señales televisivas y radiales en todas las latitudes y longitudes de nuestro planeta.
Trabajo con la Fundaciòn Grupo de Astronoìa APOLO, y una de mis pasiones es escribir, y por medio de esto, divulgar ciencia.
Mi sueño es ser algún día periodista científico.
Como dice un buen amigo: ¡el mundo es mi patria y la ciencia mi religión!
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